Aunque estudio de Brodie Neill está ahora en Londres, nunca ha olvidado que nació en Tasmania. Su última creación, la acertada mesa ReCoil, evoca un retorno a sus raíces, como las espirales de madera que la componen. El material lleva la propia identidad de la isla australiana, ya que la madera recogida por la empresa Hydrowood es la de un bosque engullido por las aguas de una presa hidroeléctrica en la década de 1980. El diseñador prosigue así su planteamiento de poner en valor los materiales olvidados y su reflexión sobre el respeto de los recursos naturales. Aquí da una segunda vida a los troncos de seis especies locales -pino de Huon, roble de Tasmania, pino apio, sasafrás, mirto y mimosa de madera negra-, cortados en chapas y enrollados a mano para formar anillos de colores que evocan el crecimiento de un árbol. Una invitación a reconectar con la naturaleza.
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Sophie Reyssat
