El fotógrafo estadounidense afincado en Nueva York rompe las percepciones binarias del género, la identidad y la sexualidad. A través de sus retratos, que son a la vez íntimos y exuberantes, queer y neoclásicos, atemporales e hipermodernos, Michael Bailey-Gates reimagina las relaciones humanas de forma lúdica, divertida, teatral y sensual… ya sean celebridades, modelos o sus amigos de toda la vida o los decorados, las posturas, las miradas, los objetos, el maquillaje, el vestuario… Todo nos arrastra a historias visuales en las que el hombre y la mujer, lo masculino y lo femenino, lo hetero y lo homo ya no se limitan al marco reductor de definiciones prefabricadas que reafirman las convenciones de la sociedad. Aunque su obra remite a menudo a fotógrafos y artistas, Michael Bailey-Gates deja de lado el drama existencial en favor de una exploración de la felicidad. En su primera exposición y monografía, A Glint In The Kindling (2021), este joven treintañero lanza una mirada singular y soleada sobre el ser, el género y lo binario, existiendo a la vez como sujeto y fotógrafo. Sus autorretratos muestran la belleza en toda su sencillez. Como Robert Mapplethorpe y Nan Goldin, Michael Bailey-Gates afirma a su vez su visión de la individualidad humana y de las nuevas formas de ser en perpetuo movimiento, jugando con la categorización y la superficialidad de los términos. El artista ocupa el espacio, sublima su mundo, ignora el cinismo de los prejuicios y ofrece no una nueva perspectiva, sino una alternativa, dejando que quienes capta vivan ante su objetivo según sus deseos, sueños y fantasías.
Nathalie Dassa
Estados Unidos – Nueva York