Francia – Paris
En sus diseños, el arquitecto parisino se centra en la pureza funcional, los matices de tono, las líneas geométricas y la luz, esculpiéndolos en una perfecta armonía de interiores.
Régis Botta es una de las estrellas emergentes del panorama de la arquitectura y el diseño. Este egresado de la Escuela de Arquitectura de París Belleville fundó su agencia RB-A en 2011. Desde entonces, ha ido plasmando su experiencia y visión entre sus proyectos residenciales/comerciales y sus colecciones de mobiliario de interior.
Además, ha reimaginado la pastelería Véro Dodat en la galería homónima del siglo XIX, la tienda insignia de Mauboussin en la rue de la Paix, la lechería vegana Jay & Joy, el restaurante Mavrommatis, galardonado con una estrella Michelin, y los espacios públicos de la torre Emblem en La Défense.
Sus diseños se centran en la pureza funcional, reelaborando los volúmenes para crear atmósferas singulares utilizando la luz, los colores neutros y los materiales naturales. Sus muebles de diseño, incluida una serie de luminarias diseñadas en colaboración con Ozone, son igualmente sorprendentes. Sus diseños son retro, gráficos y escultóricos. Régis Botta es uno de esos arquitectos atmosféricos con una sobriedad chic, un sentido del matiz, un respeto por los materiales nobles y un ojo inspirado.
Armonía de tonos
Puede pasar de una atmósfera intemporal (Véro Dodat), con azul profundo, latón pulido y cristales de colores, a otra evanescente (Mauboussin), con blanco ahumado, mármol y los destellos vermeil de espejos antiguos. Sus reinterpretaciones de los grandes estilos franceses juegan con el tiempo y el espacio, inspirándose en un vagón de restaurante estilo Orient-Express y en el mobiliario Art Déco, con un dominio de la luz “arquitectónico, escenográfico y sensual”.
Lo mismo ocurre con la vinoteca retroiluminada de Apéro Square, servida por un gran mostrador que combina la mineralidad de la pizarra con la calidez del roble natural y sus proyectos privados no se quedan atrás. Como este apartamento dúplex de 180 m² en el barrio del Marais. El piso L cuenta con una gran cortina de listones de madera teñida, como si sublimara un escenario teatral, que divide los espacios principales de los auxiliares. Los cálidos tonos grises y antracita, combinados con los espejos, el mármol y las ranuras luminosas del techo, completan el aspecto geométrico y estructurado de este tesoro parisino.
Nathalie Dassa