Inspirándose en la naturaleza, la artista nos invita a leer entre líneas sus obras, cuyas curvas dibujan infinidad de mundos.
” Lo que quería era hacer una arte magnífico… ”
Tras explorar todas las formas de arte, Jae Ko desarrolló una auténtica pasión por el papel, con el que lleva trabajando treinta años. La aventura comenzó con Kraft, transformado por la acción de los elementos con los que se enfrentó, tinta y agua de mar, arena, fuego y sol. Sus experimentos sobre la textura, el grosor, la anchura y los colores del material elegido, pero también su reflexión sobre la imbricación de la arquitectura y el paisaje, la han llevado a crear obras tridimensionales.
Arrancando rollos de papel de calculadora de la banalidad de la vida cotidiana, acepta el reto de trascenderlos transformándolos en esculturas. Desenrolladas, se rebobinan pacientemente de forma suelta para hacerlas maleables y crear intersticios que, vistos en sección transversal, dibujan infinidad de motivos cambiantes. Se trata entonces de fijar sus formas, que la luz hará resaltar. Kilómetros de cintas de papel reciclado encuentran una segunda vida en circunvoluciones que tienen algo de orgánico. Son el leitmotiv de las exploraciones plásticas de la artista, guiadas por las asociaciones de ideas de su inspiración naturalista.
Mientras las espirales biomórficas se arrastran por el suelo como lianas y los círculos concéntricos evocan las ondulaciones creadas por las gotas de agua, las olas de papel asaltan las paredes con la ligereza de una nube, para florecer en setas de ensueño con la blancura inmaculada de un glaciar derritiéndose. Fuerza de la Naturaleza es como la artista llama a estas instalaciones monumentales, topografías poéticas construidas con un hábil apilamiento de formas plegadas, que cobran vida a través de sus meandros. Sin duda esta presentación es algo que cambiará nuestras percepciones.
Jae Ko participará en la próxima edición de la feria Art Paris.
Sophie Reyssat
