En el corazón de la ciudad de Shanghai se alza una antigua fábrica, hoy convertida en boutique de lujo, se llama: XC273. La belleza de este edificio de tres plantas llamó la atención del equipo de Dongqi Design, quienes nos explican que “la estructura en bruto estaba realmente expuesta en todo su esplendor”. Para no desvirtuar esta poesía, el equipo de arquitectos optó por crear un contraste entre los materiales antiguos y los nuevos. En cuanto al tratamiento de las circulaciones, el estudio observó la presencia de tres vacíos. Estos elementos permitieron a los arquitectos desarrollar un sistema de circulación interna sin callejones sin salida. Además de este recorrido sin obstáculos, se colocó un túnel sonoro en la planta baja para conectar las distintas zonas del edificio y disfrutar de una experiencia musical experimental y envolvente.
La estructura transparente del edificio permite al visitante llegar visualmente a la tercera planta desde las dos primeras. Esta vista casi panorámica permite que cada planta revele su propio pavimento y techo. Este caleidoscopio se complementa con los marfiles aplicados a las paredes y el techo para desorientar a los visitantes. El estudio quería crear “momentos de sorpresa, comparables al síndrome de Stendhal”. En medio de este conjunto monumental, el vacío del atrio es el núcleo del edificio. Para reforzar esta sensación, se ha colocado un estanque de agua en su centro. Su reflejo, la continuidad del suelo y el elemento líquido crean efectos intrigantes, en los que la iluminación del techo se refleja en el suelo.
Este es un lugar que no puedes perderte en tu próxima visita a Shanghai.
Lisa Agostini
