Cuando uno se enfrenta a la Chiesetta della Misericordia, que bordea uno de los muchos canales venecianos, no hay indicios de lo que le espera en el interior: la fría piedra gris es seguida por una alfombra-asiento de retazos de colores, que invita a los visitantes a holgazanear mientras se proyecta la película When the body says Yes, de la artista holandesa Melanie Bonajo. Esta videoinstalación inmersiva, se presenta en el marco de la Bienal de Venecia, y es el resultado de su continua investigación sobre el papel del tacto en la creación de la intimidad en sociedades donde la soledad va en aumento y las relaciones se construyen a distancia.

Esta obra es la continuación del trabajo de la artista, sexóloga y educadora, que desde 2014 crea documentales que presenta dentro de acogedoras escenografías, a menudo firmadas en colaboración con Théo Demans. En cada uno de ellos, da voz a grupos vulnerables o marginados, destacando su experiencia del mundo, sus cuerpos y sus relaciones a la luz de la ambivalencia de los avances tecnológicos. La obra de Melanie Bonajo no trata de volver a un “antes” mejor, sino más bien de un creciente sentimiento de alienación mientras el sentido de pertenencia sigue disminuyendo. Sus obras son, por el contrario, reflexiones matizadas y modelos que podemos elegir reproducir, o no, para reinvertirnos colectivamente y hacernos un bien.

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Flora Fettah