Es en el corazón de la rue du Faubourg Saint-honoré donde el zapatero Michel Vivien ha elegido presentar sus zapatos. El diseñador se asoció con la arquitecta Sophie Dries y ha querido resaltar su singular universo donde se entrelazan el saber hacer artesanal y los materiales nobles. En esta joya de cien metros cuadrados hay un piso secreto… y es que la planta baja tiene un muro de nogal ondulado de tres metros y medio de altura que atraviesa parte de la tienda. Enfrente, los zapatos se exponen en un conjunto modular de estantes de madera maciza hechos a mano por un ebanista. La caja y los espejos brillan y están cubiertos de láminas de oro. Así, la arquitecta colabora con artesanos como los maestros del vidrio de Murano. Los apliques de pasta de vidrio se fijan en la pared con remaches de latón. Las alfombras se hicieron a medida en fibra de eucalipto con motivos de muaré que recuerdan a la seda. Sus colores se inspiran en un cuadro de Michel Vivien. El cuero que se encuentra en ciertos elementos de la tienda es una conexión entre el calzado y la arquitectura.
Flora Di Carlo