Francesa de nacimiento, londinense de adopción, Camille Walala forma parte de esta nueva generación de artistas que han hecho de la calle su terreno de creación. ¿Su misión? Embellecer la ciudad y ofrecer un entorno alegre a sus habitantes. El color, vibrante y audaz, será su arma para difundir esta ola positiva.
La artista comenzó pintando ilegalmente las paredes de la capital británica antes de abordar formatos más grandes como la fachada del “Dream Come True Building” en el barrio londinense de Shoreditch en 2015. Navegando entre el movimiento Memphis y el arte óptico, Camille va desarrollando poco a poco su estilo “pop-tribal”. Un juego de formas geométricas animado por colores eléctricos, que invade el espacio urbano. Desde la decoración del Hotel Salt en Palmar, Mauricio, hasta la rehabilitación de una gasolinera en Arkansas, Estados Unidos, los proyectos de la artista han traspasado las fronteras del Reino Unido, adaptándose a los más variados formatos. En abril de 2021, mientras los museos y otros lugares no esenciales permanecieron cerrados por motivos de salud, ella y un colectivo de artistas emergentes crearon un supermercado dentro del Museo del Diseño de Londres.
En la calle o en el interior, Camille Walala tiene el talento de poner una sonrisa en la cara. Al presentar su primera colaboración francófona con el cartel del festival Montreux Jazz 2022, surge una pregunta. ¿Cuándo tendrá su primera instalación en su país natal? Esperamos que muy pronto.
Por Louise Conesa