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Estados Unidos – Nueva York

El 27 de septiembre de 2000 se estrenó en los cines franceses el primer largometraje de una joven directora de veintinueve años con un nombre ya prestigioso: Virgin Suicides. La película, que se ha convertido en un clásico de culto, volverá a los cines el 12 de julio…  El misterio de las hermanas Lisbon no ha perdido nada de su aura.

© 1999 VIRGIN SUICIDES LLC.

A veces olvidamos que Virgin Suicides tiene lugar en los años setenta. También olvidamos que la película empieza como una novela de Stephen King, como It o como Stand by Me: un grupo de chicos jóvenes investiga la misteriosa desaparición, el inexplicable suicidio, de cinco hermanas de su instituto. En la obra de Stephen King, la investigación obliga a los adolescentes a enfrentarse a sus miedos más terribles, como metáfora del paso a la edad adulta. A los chicos de Virgin Suicides, como a la mayoría de los adolescentes de catorce años, nada les asusta ni les fascina más que las chicas. “Aprendimos que las chicas lo sabían todo sobre nosotros, mientras que nosotros permanecíamos esquivos”, dice uno de ellos, con su voz en off.

© 1999 VIRGIN SUICIDES LLC.

Evocando, casi coqueteando con lo sobrenatural, los misterios de la adolescencia y las grietas de la América WASP en sus perfectos suburbios, Virgin Suicides tiene algo de David Lynch. Hay un toque de Terciopelo Azul en el césped impecablemente cuidado de la familia Lisbon, que es ligeramente más pobre que sus muy ricos vecinos. El carácter del personaje de Kirsten Dunst evoca el de Kyle MacLachlan en aquella película de 1986, que también busca el sentido de su vida y su inexplicable muerte justo después de ser coronada reina del baile recuerda a la igualmente extraña muerte de Laura Palmer, la protagonista del instituto en la serie Twin Peaks.

© 1999 VIRGIN SUICIDES LLC.

Olvidamos que la chica que primero se suicida se interesaba por las especies extinguidas y los árboles moribundos, como los adolescentes que quieren desaparecer colectivamente en L’Heure de la sortie, de Sébastien Marnier. En aquella época se hablaba menos de ecología, así que olvidamos que las pistas se destilan, y que Virgin Suicides es también una película de investigación, algunas de cuyas escenas, con sus entrevistas ante la cámara, casi recuerdan a un documental de crímenes reales de Netflix…Y es que, curiosamente, también olvidamos que Virgin Suicides es una tragedia. Recordamos a las jóvenes diáfanas y la atmósfera melancólica y pop. Recordamos que, a pesar de la tristeza, un tono de comedia envuelve toda la película. Recordamos que se trata de una adaptación muy libre de una novela corta de Jeffrey Eugenides, más conocido por su segundo libro, Middlesex. Recordaremos la preciosa banda sonora y los éxitos de Air, Highschool Lover y Playground Love, que, en sus versiones instrumentales, acompañan a la película. Unas pocas notas bastan para crear la atmósfera única que hace de Virgin Suicides uno de esos clásicos instantáneos de la historia del cine.

© 1999 VIRGIN SUICIDES LLC.

Otra película, estrenada apenas un año después, refleja el largometraje de Sofia Coppola: Donnie Darko, de Richard Kelly. Otra historia de adolescentes en otro elegante suburbio estadounidense. Uno es mujer, el otro hombre. Uno es blanco y luminoso, el otro negro y nocturno. Uno trata de la América de los setenta, el otro de la de los ochenta. Al igual que Virgin Suicides, Donnie Darko tiene su propio éxito, una versión acústica de Mad World, de Tears for Fears, a cargo de Gary Jules. Sin embargo,  Virgin Suicides tiene otro eco, el de una película australiana de 1975, Picnic en Hanging Rock, que Sofia Coppola no duda en citar como inspiración. Tiene la misma luz, las mismas jóvenes rubias vestidas de blanco y la misma muerte flotante. 


No obstante, lo más importante es recordar que, a pesar de las referencias, Sofia Coppola fue quizá la primera en adoptar una mirada femenina sobre la adolescencia, en una época en la que las películas de adolescentes, que habían disfrutado de su apogeo desde las películas de John Hughes en los años ochenta, eran esencialmente masculinas -con la excepción de la maravillosa Clueless (1996) de Amy Heckerling-. Por último, cabe señalar que la frescura de su dirección hace que, veintitrés años después, Virgin Suicides no haya envejecido ni un solo día; porque, como él, el misterio de la adolescencia, que consigue captar, sigue siendo eterno. 

© 1999 VIRGIN SUICIDES LLC.

Virgin Suicides de Sofia Coppola

En cines el 12 de julio

Pierre Charpilloz