Fue descubierta muy joven en Les Âmes grises, de Yves Angelo, junto a Jean-Pierre Marielle, Jacques Villeret y Marina Hands, y cinco años más tarde en Le Moine, de Dominik Moll, junto a Vincent Cassel. Desde entonces, la actriz Joséphine Japy ha participado en una sucesión de películas, alternando personajes históricos y de ficción, cine de autor y comedia. 

La vimos crecer y florecer en la película Respire, de Mélanie Laurent, en la que interpreta a Charlie, una adolescente reservada atrapada en una amistad tóxica y hoy, la actriz protagonizará Tapie junto a Laurent Lafitte, una nueva serie dirigida por Tristan Séguéla y Olivier Demangel, en la que interpreta a Dominique Tapie, la esposa extremadamente ambiciosa del empresario Bernard Tapie. Una interpretación llena de matices, interpretada con fuerza y aplomo por un Laurent Lafitte sorprendentemente fanfarrón. 

8:10 p.m.

Hotel Les Bains – Paris

A la redacción de Acumen le entusiasma descubrir qué impulsa su carrera artística. Podemos ver que usted comenzó su carrera muy joven, con su primera película a los 10 años. ¿Ser actriz era un sueño de niña o el azar forzó su destino?

Recibí clases de teatro de niña, pero era más un pasatiempo, una forma de divertirme de otra manera… Entonces, un día, después de una actuación a final de curso, recuerdo claramente que sentí un gran vacío dentro de mí, una carencia instantánea; estaba muy triste, y creo que en ese momento algo hizo clic. 

Luego, más tarde, fue un encuentro el que dio un vuelco a mi deseo de convertirme en actriz. Estaba haciendo un casting para el papel de una niña en la película Un long dimanche de fiançailles, de Jean-Pierre Jeunet. El director vino a verme y, me dijo: “Joséphine, ¿puedo hablarte como a un adulto? Hoy no serás tú, pero un día volveremos a vernos…”
Esa frase me dio ganas de aguantar, de creer en mí misma y de seguir adelante. Esas palabras tuvieron una resonancia real, y tal vez yo no estaría aquí, delante de ustedes, si Jean-Pierre Jeunet no se hubiera tomado el tiempo de decírmelo aquel día. 

Ha interpretado papeles muy diversos en películas muy variadas, desde el drama a la comedia, pasando por el cine de autor… Si alguien no conociera su filmografía, ¿qué película le gustaría que descubriera primero? ¿Y por qué?

Pienso en Respire, de Mélanie Laurent: cuando leí el guión, enseguida sentí un verdadero apego por el personaje y  luego, este rodaje fue tan especial, con pocas instalaciones, un equipo reducido, una intimidad que nos envolvía y también nos protegía. En este rodaje no hubo ningún tipo de trucos, sólo me dejé llevar porque me sentía segura, rodeada de amabilidad. 
Fue una experiencia maravillosa.

El público le descubrirá en la serie Tapie, que se estrenará próximamente en Netflix. Este drama biográfico revela treinta años en la vida de un empresario, entre momentos de gloria y caídas vertiginosas. Para la gente de mi generación, el nombre de Tapie era familiar: tanto si eras de izquierda como de derecha, Tapie siempre animaba los debates y despertaba el interés de empresarios, políticos y jóvenes de los suburbios. Para usted, de sólo 29 años, ¿qué significa «Tapie»?

Yo nací dos años después de su condena en el asunto del partido Valencienne-OM. Para la gente de mi generación, nuestros recuerdos mediáticos de Bernard Tapie están por tanto más ligados a la justicia y a los momentos oscuros de su vida. Sin embargo, yo tenía (y sigo teniendo) la imagen de un hombre de ambición sin límites que cumplió todos sus sueños. Fue un hombre que inspiró a generaciones enteras a crear sus propias empresas, a convertirse en empresarios, a asumir riesgos y  ese deseo ha perdurado y perdura hasta nuestros días… ¡Es increíble!

En esta nueva serie, usted interpreta a Dominique Tapie, la esposa de Bernard Tapie. ¿Es más complejo y difícil interpretar a un personaje real que a uno completamente ficticio? 

Sí, sin duda. Para mí, existe una doble presión: en primer lugar, interpretar perfectamente el papel que me han ofrecido, estar a la altura de las expectativas del director, pero también ser visto a los ojos de la persona a la que interpretas y de los que le rodean, su familia, sus amigos… Sabes que te van a diseccionar, por así decirlo, lo cual comprendo perfectamente.

Para la película Cloclo, de Florent-Emilio Siri, interpreté el personaje de France Gall, un auténtico icono de la chanson (canción) francesa, y recuerdo que estaba muy ansioso cuando se estrenó la película. Nunca recibí ningún comentario de France Gall sobre mi interpretación, pero unos años más tarde me encontré con su hijo en un preestreno. Se acercó a saludarme y me dijo simplemente, con mucha ternura en la voz:  “Gracias por interpretar así a mi madre”. Me sobrecogió y me hizo muy feliz. En cierto modo, sentí que había triunfado. 

¿Cómo funciona exactamente el proceso de creación de un personaje existente, en este caso, para usted, el papel de Dominique Tapie?

Poco se sabe de Dominique Tapie, pero todos sabemos que desempeñó un papel importante en los negocios de su marido. Desde el principio, Tristan Séguéla quiso destacar esta historia de amor fuerte y cercano. Era el hilo conductor de su serie. 

Por mi parte, antes de cada sesión, me gusta dedicar tiempo a investigar, a mirar muchas cosas, archivos de vídeo, entrevistas, imágenes, artículos… y sobre todo fotografías. Me parece que se puede aprender mucho sobre una persona observando los detalles de una fotografía: una postura, un gesto de la mano, una sonrisa; y luego, el entorno, los lugares donde se tomaron esas imágenes: un salón, una oficina, al aire libre, en interiores… Y de repente, una fotografía te atrapa, te resuena, y es como una señal, el punto de partida para la creación del personaje. En este caso, el detonante fue una fotografía de 1993, tomada en Marsella: muestra a Dominique Tapie tocando el piano, radiante, sonriente… No sé muy bien por qué, pero esta imagen fue el inicio del proceso de creación de mi personaje.

Luego está toda la evolución de la personalidad del personaje, su carácter, el lugar que va ocupando a medida que pasan los episodios, con múltiples matices: mujer admiradora, enamorada, fuerte y frágil a la vez, conquistadora… ¿Cómo trabajó todas estas facetas y esta evolución del personaje de Dominique Tapie?

Lo complicado fue trabajar en un personaje durante un periodo de tiempo tan largo. Al principio de la serie, Dominique tiene 19 años, y en los últimos episodios, 45. Así que había que trabajar mucho tanto en el aspecto físico como en su carácter. Desde el punto de vista técnico, el rodaje se desarrolló en dos etapas: una primera de tres episodios y, tras una pausa de un mes, una segunda de cuatro episodios más y Laurent tuvo que engordar entre estos dos periodos de rodaje. 

Nunca había vivido la experiencia de rodar una serie. Lo realmente loco fue que el periodo de preparación que fue bastante intenso para Tristan Séguéla, Olivier Demangel, Laurent Lafitte y para mí, y los días de rodaje fueron tan intensos… Y entonces, en un momento dado, Laurent se convirtió en Bernard Tapie y yo en Dominique Tapie, y cada gesto, cada postura, se convirtió naturalmente en la de mi personaje. Ya no tenía que pensar en ello. Al principio del rodaje, me preparaban, elegían mis trajes, mis accesorios, mis joyas… luego, al cabo de un tiempo, llegaba a mi camerino por la mañana y ya no necesitaba estar disfrazada, me preparaba sola, elegía tal o cual traje con tales o cuales accesorios, era como un automatismo. De hecho, cuando pienso en ello, me da un poco de vértigo… Y así, con toda naturalidad, cuando mi personaje tuvo que evolucionar, adquirir fuerza de carácter, tenacidad, un cierto carisma más conquistador, la evolución se produjo de forma superflua. No tuve que forzar las cosas. También hay que decir que lo que ayudó fue que Laurent y yo congeniamos enseguida, y nos convertimos rápidamente en una pareja evidente.

Esta es la primera vez que participa en una serie. Como ha dicho, ha supuesto periodos de rodaje más largos. ¿Cómo gestiona las fases posteriores al rodaje? ¿Cuáles son sus otros intereses fuera del cine? 

Después de cada rodaje, me encuentro emocionalmente agotada, sintiéndome totalmente vacía… Para mí, es esencial experimentar muchas cosas fuera del cine para llenar este vacío y conseguir material para construir mis próximos papeles, y ese material lo encuentro, por ejemplo, en el dibujo -dibujo mucho- y también en la cocina -¡me encanta cocinar!

De hecho, para mí, la cocina es un poco como el cine: preparas tu receta en tu rincón, como tu papel, y luego vienes y presentas el plato, dejas que la gente lo pruebe y esperas los comentarios, con la esperanza de que sean positivos… También veo bastantes películas…

¿Qué películas le han conmovido profundamente? 

Últimamente, diría que Anatomie d’une chute, de Justine Triet. La prensa es unánime, ¡y está tan justificado! La película es un shock y un poco menos recientemente, Le Lycéen, de Christophe Honoré, me conmovió mucho.

¿Y algún actor o actriz que le conmueva especialmente?

No puedo dejar de mencionar a Jean-Pierre Marielle, porque guardo un recuerdo mágico de mi experiencia cinematográfica con él. También soy fan absoluta de Meryl Streep, como actriz y como mujer. Luego está Romy Schneider que, en mi opinión, forma una de las parejas más bellas del cine con Michel Piccoli.

¿Y entre los actores de  la nueva generación?

Me gustaría mencionar a Paul Kircher, que me cautivó en Le Lycéen, y al que estoy deseando descubrir en Le Règne animal y  Anthony Bajon, un verdadero talento a seguir. 

La revista Acumen pone en el punto de mira a jóvenes talentos emergentes en los campos del diseño, la arquitectura, el arte y la fotografía… ¿Le gustaría hablarnos de algún talento que aún no conocemos?

La artista fotógrafa Lucile Boiron (@lucileboiron) por sus fotografías de doble lectura… Muy interesantes… y  la artista Claire Tabouret (@clairetabouret) cuyos cuadros me encantan.

Y por último, ¿cuáles son sus próximos proyectos?

Ma Mère, Dieu et Sylvie Vartan de Ken Scott
Adaptación de la novela de Roland Pérez
Con Leïla Bekhti y Jonathan Cohen

Mata de Rachel Lang 
Con Eye Haïdara

Gracias, querida Joséphine, ha sido un verdadero placer. 

Mélissa Burckel

Photo : François Berthier 
Assistant : Benoit Roby 
Artistic Direction : Mélissa Burckel
D.A. assistant : Flora Di Carlo 
Stylism : Audrey Jehanno  
Make up : Aya Fujita (Agent Karine Raffalli : Calisteagency)
Hair stylist : Julie Bennadji (Agent Florent Farinelli)
Agency Contact : Julia Bossard 
Production : Sarah Moreau 
Video : Marie Dirassouyan 

Serie Tapie dirigida por Tristan Séguéla y Olivier Demangel 
Reparto: Laurent Lafitte, Joséphine Japy, Camille Chamoux y Fabrice Luchini
Disponible a partir del 13 de septiembre en Netflix

netflix.com