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LO ÚLTIMO EN INTIMIDAD JUNTO AL MAR

El estudio neozelandés Herbst Architects lleva veinte años creando viviendas que maximizan el potencial de la vida interior-exterior, sacando el máximo partido de los paisajes vivos.

“¿Cuál es la mejor manera de vivir y sentirse conectado con el paisaje y el clima de Nueva Zelanda?”. Esta es una de las preguntas que Lance y Nicola Herbst han intentado responder desde la creación de su despacho en el año 2000.

© Simon Wilson 

El dúo se conoció mientras estudiaba arquitectura en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) y emigró a Nueva Zelanda antes de fundar Herbst Architects, con sede en Auckland.

Desde entonces han realizado una amplia gama de obras residenciales, comerciales y educativas galardonadas. Uno de sus primeros proyectos fue su propia bach (casa de vacaciones) en Great Barrier Island, por la que recibieron un premio del Instituto de Arquitectos.

© Simon Wilson 

Hoy, Lance y Nicola Herbst tienen dos diseños recientes que demuestran aún más su contribución positiva y significativa al entorno construido: Omata Beach House y Dune House.

Modernismo y belleza

La primera, accesible por un pequeño camino de tierra, es una antigua casa de playa reconvertida en una remota bahía de la costa de Northland. Limita con Pohutukawas y está rodeada de colinas escarpadas cubiertas de arbustos autóctonos.

El diseño partió de un aspecto práctico: ofrecer protección frente a los fenómenos meteorológicos. Como el terreno tenía una pendiente pronunciada, con grandes rocas, los arquitectos colocaron un dique de rocas de varios niveles y enladrillaron un zócalo de piedra que eleva la casa por encima del nivel del mar. También remodelaron las dunas para darle un aspecto orgánico.

Después diseñaron la casa en tres elementos básicos: vivienda, dormitorio y espacio de almacenamiento.

© Simon Wilson 

La parte del habitáculo es una estructura ligera de madera con cristal que parece un tejado flotante. Su forma curva suaviza el impacto de la casa y eleva las vistas del panorama desde las zonas de estar. Alrededor, listones de madera espaciados y puertas correderas protegen del viento y el sol. Se ha añadido una cocina exterior para poder comer al aire libre cerca de una gran chimenea de hormigón. En este tipo de diseño, los arquitectos utilizan un término hawaiano, “lanai“, que define un espacio que no está ni dentro ni fuera.

Dunas

La segunda lo es igualmente. Enclavada en la costa este de Nueva Zelanda, Dune House celebra las dunas, cubiertas de la planta autóctona Muehlenbeckia. El proyecto consta de dos habitaciones y dos pequeñas estructuras independientes, conectadas por una pasarela que une los espacios.

© Simon Wilson 
© Simon Wilson 
© Simon Wilson 

Está situada a doscientos metros de la línea de pleamar, de acuerdo con la normativa local, y goza de una vista panorámica del océano. La casa tiene una sencilla forma rectangular, cubierta con una ligera pantalla contra la lluvia de lamas de madera. El borde superior está muy recortado para imitar la línea del horizonte, mientras que la parte inferior curvada refleja las formas del terreno circundante. Está construida sobre pilotes para aprovechar al máximo las vistas, evitando al mismo tiempo una estructura de dos plantas. Otro buen ejemplo de arquitectura moderna respetuosa con el medio ambiente.

Nueva Zelanda

https://herbstarchitects.co.nz/

Nathalie Dassa