Bajo la bóveda del Palais Brongniart, el diseñador francés presentó varios looks diseñados con el apoyo del gigante tecnológico Google y su laboratorio ATAP Ambient Experiment para la computación ambiental.
¿El objetivo? Un proyecto de investigación que vincula ciencia y creación, para desarrollar una serie de cuatro piezas híbridas, en las que confluyen la alta costura, la tecnología y el diseño contemporáneo. Las piezas en cuestión estaban equipadas con radares Soli en miniatura que reaccionan a los movimientos, las distancias y los materiales mediante ondas electromagnéticas.
Los datos captados por Soli se retransmiten en una pantalla mural que, como un espejo, crea un reflejo digital del entorno percibido. Una forma de hacer que la prenda, los modelos, el espacio del desfile y el público interactúen, redefiniendo así las interacciones entre los seres humanos, la ropa y las máquinas.
Créditos : @Koché
Lisa Agostini