Nacido a un paso de Marsella, Axel Chay es uno de esos creativos que ponen de relieve el talento de la ciudad. Licenciado en comercio y marketing, se lanzó al diseño en 2013, cuando decidió volver a su tierra natal en el sur. Un lugar que le inspiró con sus colores, las ondas gráficas y la sensualidad que son actualmente características de sus obras. En cuanto a su panteón personal, el sureño ha elegido como musas a Donald Judd, pero también a Julio Le Parc y al movimiento Memphis. Entre las piezas destacadas de su repertorio, encontramos al sillón “Parad”, verdadera evocación del mar, o su iluminación “Modulaciones”, así como sus bancos y taburetes “Septem”. Su obra puede verse en la Maison ARCHIK de París y estará ahí hasta el 18 de junio.
Lisa Agostini
