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CHEMA MADOZ

Le 

Creada en 1960 en París, por iniciativa de Raymond Queneau, OuLiPo (Ouvroir de littérature potentielle) se propuso descubrir nuevas potencialidades del lenguaje y modernizarlo a través de juegos de escritura. Nacido dos años antes, Chema Madoz no pudo participar en la aventura. Sin embargo, situado en las fronteras del surrealismo y del absurdo, y utilizando todos los procedimientos retóricos (de la alegoría a la metonimia, pasando por la acumulación, el hipalaje o la concatenación), su práctica fotográfica está, muy cerca de él: Desviando los objetos de su significado primario, asociándolos con otros a través de su significado figurativo (o secundario) para revelar su significado oculto, sus inusuales matrimonios o desvíos de objetos puestos en escena antes de ser fotografiados aparecen en efecto como “ouvroirs” de imágenes y significados potenciales. Por ejemplo, una aguja de coser clavada en los surcos de una huella dactilar, una cortina de pelo rubio, un castillo de naipes aprisionado en un andamio, una oreja adornada con una corona de espinas, un hacha envuelta en vendas… Como puedes ver, la última serie de fotografías en blanco y negro del artista español no renuncia al legado del Conde de Lautréamont y su famoso verso-maximus de Les Chants de Maldoror: “Hermoso como el encuentro casual en una mesa de disección de una máquina de coser y un paraguas. “

Chema Madoz

Galería Elvira González

Hermnos Alvarez Quintero, 1

Madrid

www.galeriaelviragonzales.com

Puedes disfrutarla hasta el 16  de julio

Stéphanie Dulout