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 MAREO RODRíGUEZ : Abismo Gráfico

De los paisajes estratificados a las piedras rotas, de las invasiones rocosas a las lágrimas luminosas, las topografías imaginarias de Mareo Rodríguez parecen abrir ante nosotros las entrañas de la tierra, ese mundo subterráneo poblado de cavernas y brechas, que revelan la inmensidad del abismo…

Jugando con la monumentalidad y la diferencia de escala, pero también con la ilusión de movimiento mediante el uso de formas sobresalientes y proliferantes (como estas rocas invasoras que parecen caer del cielo, extenderse por las paredes u obstruir las aberturas), el artista parece estar menos interesado en provocar una sensación de aplastamiento, de sacudida, que en sacar a la luz la fuerza telúrica contenida en el mundo hipogeo. Toda esta energía se extiende desde los orígenes en las estratificaciones y fragmentaciones, las extensiones y escisiones, de este paisaje enterrado y modelado por el tiempo.   

“Mi obra explora el poder de la topografía y el territorio natural, concebido como un manto energético vivo en constante movimiento […] Me interesa la materia como condensación de la luz y su proceso de transformaciones y expansión de la energía en el tiempo” , explica el artista barcelonés.

Materia, energía, luz, tiempo, espacio: estos son los cinco elementos fundamentales (reunidos bajo el acrónimo M.E.L.T.S) de la investigación elaborada por Mareo Rodríguez en sus instalaciones monumentales, pero también en sus pinturas parecidas a agujeros negros y en sus esculturas todas en giros y refracciones. “La materia es luz condensada” (sic). Como prueba, una de sus esculturas murales consiste en la superposición de un adoquín de luz y un bloque hueco de piedra negra invadido por el halo luminoso que ha venido a enroscarse en él… 

Capas de oro o de cobre, mallas metálicas plisadas, piedras de oro o de cobre, grietas y fisuras…, la mayoría de sus obras están concebidas para ser receptáculos de la luz y fundirla con el material. Transformar la luz en materia: ésta es su “gran obra”, y recuerda el trabajo de los alquimistas medievales en busca de la Piedra Filosofal – supuestamente dotada del poder de transmutación… Una verdadera mise en abyme del horror vacío. Ese miedo original al espacio vacío, intrínseco a la naturaleza humana y al mundo de los seres vivos, es lo que  las instalaciones inmersivas de Mareo Rodrigues nos invitan conocer; nos invitan a  una experimentación espacial del paso de la sombra a la luz, de lo conocido a lo desconocido…, a través del camino de las fallas – rocas desgarradas, guaridas entreabiertas, fisuras luminosas… Vasto teatro de las lágrimas donde los abismos de las profundidades se unen a los de los cielos (los abismos infinitos)

https://www.mareorodriguez.com

Stéphanie Dulout