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EL EXTRAÑO MUNDO  DE PAUVRES CREATURES

Tras suicidarse, una joven llamada Bella (Emma Stone) es devuelta a la vida y su cerebro es sustituido por el de un niño nonato por el Dr. Godwin Baxter (Willem Dafoe). Esta joven se enreda con un abogado inteligente pero libertino (Mark Ruffalo) y, abogando por su libertad, redescubre el mundo. Un mundo extraño, colorido y surrealista.

Prótesis, extravagantes trajes barrocos salidos de una ucronía victoriana, una siniestra ambientación de cuento de hadas, un mundo retrofuturista, maquillajes babeantes y cielos de extraños colores… No cabe duda de que el universo visual de Pobres criaturas, la nueva película de Yorgos Lanthimos (“The Lobster”, “La Favorite“), es rico y ecléctico. Debe mucho a la creatividad desenfrenada del cineasta griego que, desde Canines, de 2009, nos ha acostumbrado a realidades deformes e inquietantes, pero en términos de estética, el director nunca ha ido tan lejos como en Pauvres Créatures (Pobres criaturas). La adaptación de Lanthimos del libro homónimo de Alasdair Gray, una especie de pastiche de novela gótica y Frankenstein feminista, es otro ejemplo de su audacia.

Sin embargo, la película no habría tenido tanto éxito sin el trabajo de los numerosos equipos técnicos. Entre ellos, la escenógrafa Zsuzsa Mihalek, veterana húngara tanto de producciones de Hollywood como de cine de autor. A ella le debemos el fantástico Berlín del Este de Atomic Blonde en 2017, así como la poética Hungría de Harmonies Werkmeister de Bela Tarr en el año 2000. Al igual que estas dos películas, el escenario de Pauvres Créatures no solo está al servicio de la historia, sino que, al crear este extraño universo que llena de asombro al espectador, este se vuelve el motor de la trama.

Lo mismo puede decirse del vestuario, una obra de Holly Waddington. Este es el  proyecto más ambicioso que ha realizado hasta la fecha como diseñadora de vestuario (anteriormente trabajó en The Young Lady, de William Oldroyd, con Florence Pugh) y es que en Pobres criaturas, el personaje de Bella evoluciona con su vestuario. Empieza llevando vestidos abullonados, símbolos de su carácter todavía infantil, antes de adoptar prendas más femeninas, pero también más encorsetadas. Al mismo tiempo, su vestuario se compone inicialmente de ropa típica de la época de la historia (la Inglaterra victoriana) antes de volverse más alocada y colorida, reflejo de su propia transformación. Lanthimos y Waddington llegan incluso a utilizar materiales totalmente anacrónicos para el vestuario de Bella, como el plástico y el látex, muy de los años setenta, pero Pobres criaturas no transcurre en la Inglaterra victoriana… Tiene lugar en la mente de sus creadores, de sus personajes, y ahora también en la nuestra.

Pierre Charpilloz

Pauvres Créatures de Yorgos Lanthimos, en cines a partir del 17 de enero.

youtube.com/watch?v=oOUuQ83PAKQ