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LE CHRISTINE, UN NOMBRE PARA RECORDAR 

Situado en una discreta calle entre Saint-Michel y Saint-Germain-des-Prés, Le Christine tiene todo lo que cabe esperar de un establecimiento gastronómico: ¡buena comida, buen gusto y buen servicio !

Este restaurante, inaugurado en 2004, no ha envejecido ni un solo día, al contrario, desprende una sensación de novedad e intemporalidad, gracias al talento del Chef Mehdi Bencheikh, que nos ofrece una cocina inventiva, delicada,  magistral, inspiradora e inspirada en los productos que se ofrecen.

La arquitectura interior se rediseñó por completo en 2021, utilizando materiales cálidos como el terciopelo, en tonos verdes y ocres, para crear un ambiente acogedor y elegante inspirado en lasdirecciones mediterráneas.

Elegimos el Menú Degustación de 5 platos, siguiendo el buen consejo del director del restaurante, Thibaut Anger. Antes de que lleguen nuestros entrantes, nos traen a la mesa dos bonitos trozos de pan de setas, acompañados de una mantequilla infusionada con café y hongos. La combinación de café y setas es una auténtica delicia.

Después llegaron los primeros entrantes: remolacha roja, vinagreta ácida, salsa de estragón, ramitas de vid y piñones, bellamente compuestos, llenos de color y delicadeza, condimentos sorprendentes y perfectamente dominados, seguidos de una espuma de maíz, sobre granos de maíz a la parrilla, pipas de calabaza y semillas de lino… Un plato cremoso y reconfortante, perfecto para el tiempo gris del otoño, acompañado de una copa de vino blanco Sylvaner (Alsacia), un maridaje acertado con los diferentes sabores degustados.

A continuación pasamos a los platos principales, bacalao de Saint-Guénolé, huevas de lucio, puerros quemados, salsa dashi, kombawa y gel ponzu, una suave mezcla de sabores acidulados y ahumados, un verdadero choque gustativo cuando la salsa dashi golpea el paladar, acompañado de una copa de vino blanco Monthelys (Languedoc), con sus aromas de fruta blanca, pera y melocotón, un maridaje divino.

El segundo plato, solomillo de ave ahumado, chirivías asadas, gel de mostaza, miel, aceite de levístico y salsa suprema, fue una vez más un asunto sin fallos, con una cocción perfectamente controlada y combinaciones originales y bien equilibradas… Una auténtica delicia.

Por último, de postre, trufas de chocolate Inaya, praliné de gianduja de coco, mascarpone a la vainilla y helado de coco, ligeras y aéreas, como una caricia, las trufas de sabor exquisito y pronunciado se suavizan al contacto con el mascarpone y la frescura del helado. Un plato delicado y sabroso, simplemente delicioso… Cada ingrediente tiene su lugar y un papel clave en el equilibrio de cada plato preparado por el Chef. 

Nos pareció que había clientes fieles que conocían bien el lugar, y enseguida nos dimos cuenta de por qué… 

Esta buena dirección bien podría convertirse en el nuevo lugar de todo aquel que entre en ella. 

lechristine.becsparisiens.fr

Francia – Paris