El precioso libro de Charles Bramesco Les Couleurs du Cinéma (publicado por Pyramyd) contiene notas detalladas pero concisas que dan ganas de ver decenas de películas una y otra vez, analizándolas como si fueran cuadros de color.
Los aficionados al cine fotográfico de Wes Anderson, Stanley Kubrick o Agnès Varda hablan a menudo de la composición de los planos. Sin embargo, hay otro elemento en la realización de una imagen cinematográfica que rara vez se analiza, pero que no por ello deja de ser esencial: la paleta de colores de un plano, y de una película en general… y, en efecto, es fascinante, como nos muestra Charles Bramesco en su libro Les Couleurs du Cinéma: cada película tiene sus propios colores dominantes, que nos dicen mucho sobre las intenciones del director. En este libro de doscientas páginas, profusamente ilustrado y de fácil lectura, el autor analiza cincuenta películas, de Singin’ in the Rain a El viaje de Chihiro, de Jeanne Dielman a Black Panther, aprendemos cómo George Miller construyó su película Mad Max: Fury Road en torno a un contraste de colores acentuado digitalmente, el azul de un aire en llamas y el naranja del suelo de un desierto, y luego, en contraste con los colores saturados de Miller, redescubrimos el universo hostil del Desierto Rojo de Antonioni, compuesto de tonos grisáceos y desaturados.
Más adelante, disfrutarás revisitando los colores vivos y atrevidos de Suspiria, de Dario Argento, sobre todo porque cada una de las numerosas tomas cinematográficas presentadas en el libro va acompañada de indicaciones de color en colores sólidos y código RGB. Es la forma perfecta de analizar los colores del cine, y de recordar que, si bien hay mil tonos de blanco y negro, existen otras tantas variedades de un mismo color… Así que hay tantos cielos azules y prados verdes como directores y películas.
Les Couleurs du Cinéma de Charles Bramesco
Pyramyd Editions
209 páginas
Precio: 29.95€
Francia – Paris