Hay establecimientos que impresionan más que otros por su atención al detalle y su elegancia. Es el caso de Oktobre, situado en el corazón de Saint Germain dès Pres, este lugar, orquestado por el joven Chef Martin Maumet, combina gusto, belleza y refinamiento.
Empezamos por la arquitectura y la decoración, diseñadas por Bateaumagne, que son todo delicadeza y materiales nobles: madera de roble para las mesas y los bancos, cerámica para las lámparas del techo, azulejos hechos a mano en Portugal en las paredes, que añaden un toque gráfico en consonancia con las rayas de la tela utilizada para los asientos… Todo encaja a la perfección en esta nueva dirección, que sustituye al restaurante Kitchen Galerie Bis, donde Martin Maumet, de 22 años, asumió su puesto de Chef en 2013.
Transmitir el saber hacer con pasión y generosidad siempre da lugar a grandes historias. El Chef William Ledeuil (Ze Kitchen Galerie & Kitchen Galerie Bis) vio nacer la creatividad y las ganas de aprender de Martin Maumet y le inculcó su visión de la cocina y la restauración con condimentos atípicos y el descubrimiento de nuevos sabores. Hoy, al frente de Oktobre, con K, en referencia al restaurante que le reveló, el Chef Martin Maumet ofrece un menú que refleja la imagen del lugar, original y delicado.
En esta visita, empezamos con un entrante servido en forma de 3 entremeses que cambian con las estaciones. Presentados en pequeños cuencos inspirados en la cocina japonesa, nos sirven una tempura de apionabo con mayonesa de yuzu kosho, delicadamente empanada y con una verdura que se deshace en la boca, un caldo de verduras con kimchi, champiñones, algas y condimento de sésamo, un verdadero choque gustativo, y por último, setas ostra con yema de huevo y condimento de parmesano, sencillamente deliciosas.
A continuación llega el plato principal: la pesca del día, abadejo, calabacín, patata nueva, hinojo, aceituna y jugo de bullabesa, un plato “inteligente” en el que cada ingrediente desempeña su papel.
El resultado es una combinación de sabores equilibrada, original y una delicia para el paladar y por último, el postre: manzana, caramelo de sidra y salsa de cidra, servido en forma de tartaleta, este plato es una regresión total entre cremosidad y exquisitez.
© Pierre Lucet Penato
Sin duda, Oktobre es la dirección perfecta para despertar los sentidos. También hay un lugar más íntimo, escondido en lo alto del edificio, perfecto para comidas o cenas más íntimas.
Oktobre
25, rue des Grands-Augustins, Paris 6e
– Caldo de verduras, Kimchi, setas – algas – condimento de sésamo- Tempura de raíz de apio, yuzu kosho- seta de ostra, yema de huevo y condimento de parmesano O Tartar de ternera con vinagreta de chile mostarda y mayonesa katsuboshi de rábano picante.