A dos pasos de Square Trousseau, Godaille invita a entregarse a un exceso de placer en un momento de compartir sin concesiones.
En este tranquilo barrio, abre de un empujón las puertas de un lugar mágico y lujoso donde el atento personal te dará los mejores consejos para disfrutar de platos exquisitos que te harán querer volver una y otra vez.
Concebido por Étienne Aubron, Derick Fortes Rocha y Mickaël Bui, el local permite al trío recibir a los comensales en un entorno donde reina el diseño. Los asientos de cuero invitan a relajarse entre plato y plato y el ambiente se crea gracias a una iluminación tenue, que hace viajar la mirada por las distintas piezas.
Para dar comienzo a las festividades, empiezo con la inevitable mayonesa de huevo con un toque de perifollo y estragón. Un plato sencillo a primera vista, pero que refleja la calidad de una cocina meditada. Es una elección de la que no me arrepiento en absoluto, ya que los sabores combinan a la perfección. Este entrante va acompañado de una copa de Chardonnay que, servido bien frío, aprovecha al máximo este veranillo.
Luego, siguiendo el consejo del camarero, me decido por un muslo de pollo frito con salsa de jengibre y limón, brócoli y boniatos. Un plato que recuerda a las comidas familiares de los domingos en casa de los abuelos, rodeado de seres queridos. Es un plato contundente, sin lugar a la imperfección en su presentación y con un aroma que se respira nada más salir de la cocina… Y para terminar con una nota nostálgica, disfruto de un arroz con leche y chocolate con praliné de avellanas y rice krispies que me trae recuerdos de las meriendas que tomaba de niño. Un toque agradablemente dulce para terminar esta cena nostálgica.
Como habrás deducido, Godaille (en argot, profusión de mesas) es una invitación a disfrutar del momento presente, que evoca recuerdos de infancia de comer y beber bien en un lugar descrito como la buena mesa de los amigos.
Godaille
9, rue Antoine Vollon, Paris 12ème
Francia – Paris