Venecia, ciudad histórica y romántica, rebosa de hoteles, a cual más insólito. Entre ellos, y a pocos pasos del canal de San Marcos, se encuentra una perla. Con su fachada de quimeras, el Nolinski Venezia invita a retroceder en el tiempo. Diseñado por los arquitectos Yann Le Coadic y Alessandro Scotto, el hotel mezcla Art Nouveau y modernismo en una armonía rica en imágenes oníricas.
El hotel, con 43 habitaciones, 13 de ellas suites, ofrece un viaje a lo largo de cinco plantas y un regreso al pasado gracias a los materiales nobles utilizados. El mármol es omnipresente y los revestimientos de madera crean un contraste que crea un mundo mágico. Una inmersión en el arte también es posible gracias a las obras antiguas pero también contemporáneas que llaman la atención de los clientes en todos los pasillos del establecimiento. Cada habitación ha sido pensada hasta el más mínimo detalle para ofrecer un remanso de paz para una estancia atemporal.
El restaurante es un escaparate de la cocina creada por el chef Philip Chronopoulos y cuenta con un menú donde la generosidad del Mediterráneo coquetea con la excelencia de las técnicas culinarias francesas, para deleite de su paladar.
El Nolinski Venezia está en sintonía con la ciudad, con su biblioteca de más de cuatro mil libros por la que fluyen las notas musicales del piano. Una sala con un magnífico fresco en el techo, obra del artista Simon Buret, que se abre a un espléndido salón.
Este lugar ofrece al visitante un verdadero viaje sensorial entre arte e historia.
Nolinski Venezia
Calle Larga XXII Marzo, Venise (Italie)
Italia – Venecia
Thomas Durin