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LORIS GRÉAUD: El fantasma del museo

Tras apoderarse del Palais de Tokyo en 2008 con un impresionante bosque lunar de árboles carbonizados, e instalar una escultura monumental y fantasmal envuelta en un velo negro esculpido bajo la Pirámide del Louvre en 2013, Loris Gréaud regresa al museo con una exposición que en realidad no es una exposición en absoluto: “Inmaterial, inquietante y a veces imperceptible”, “intersticial, subliminal y viral”, la exposición titulada Les Nuits corticales se despliega en una sucesión de sorpresas en el Petit Palais, donde se infiltra, con un sinfín de efectos especiales, desde la fachada (de noche) hasta las galerías (de día), pasando por el jardín, “como un barco fantasma” o “una casa encantada”.  Invasiva (contamina todo el espacio) y sinestésica (apela a todos los sentidos), esta obra-ópera se basa en un dispositivo artístico de alta tecnología que da vida a toda una serie de máquinas y criaturas inverosímiles.

En la frontera de lo visible y lo intangible

Aquí nos sumergimos en un universo encantado donde, entre el humo y la bruma, proliferan los organismos (los Physarum Polycephalum, apodados blobs), donde los “ángeles músicos” (esculturas-instrumentos) tocan entre las yeserías de la galería de esculturas, y donde, desde el jardín interior, los sonidos del mundo, captados en tiempo real en el corazón de la selva amazónica, en las profundidades de los mares antárticos, la banquisa ártica, las llanuras desérticas de África y el mar de Japón, mientras en la galería Sur flota en el aire el aroma de las moléculas de la Vía Láctea… Una nueva obra altamente tecnológica y poética sobre la ubicuidad, la libertad y la inmortalidad… Sin duda será la “leyenda urbana” del momento.

STÉPHANIE DULOUT

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Les Nuits corticales »

Petit Palais

Del 4 de octubre al 14 de enero.

greaudstudio.com