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GRECIA, TIERRA DE DIOSES, SOL Y MAR

Grecia

Como Ulises hechizado por Circe, el viajero olvidará el paso del tiempo mientras se deleita con sus variados y sutiles encantos.

Ya sea explorando la península tras las huellas de los héroes y filósofos de la Antigüedad, navegando de isla en isla en busca de fiesta y ocio, haciendo senderismo por las gargantas cretenses o subiendo a los monasterios de Meteora y el Monte Athos, hay mil y una formas de descubrir este país, que merece más de un viaje. El Partenón es un espectáculo digno de contemplar, pero si prefieres dejar atrás la bulliciosa Atenas, atraviesa la Puerta de los Leones y rinde homenaje al rey Agamenón de Micenas, sueña con convertirte en actor en el teatro de Epidauro y en atleta en Olimpia, antes de consultar los oráculos de la Pitia en Delfos, en un magnífico marco enmarcado por las montañas.

Los aficionados a la historia tampoco querrán perderse el palacio cretense de Cnosos, donde los frescos evocan recuerdos de bellas mujeres minoicas y jóvenes acróbatas saltando sobre toros, afortunadamente menos feroces que el Minotauro encerrado en su mítico laberinto.  Hoy resulta difícil imaginar que esta brillante civilización fuera barrida por el tsunami provocado por la erupción de Santorini, una de las más destructivas de la historia de la humanidad, hace más de 3,600 años. Akrotiri es una auténtica Pompeya griega.

Emblemática de las Cícladas, la isla-volcán ofrece la inolvidable experiencia de bañarse en su cráter, invadido por el mar, que cambia de color y alcanza los 34° cerca del islote volcánico de Paléa Kaméni. La frescura deslumbrante de las casas blancas adornadas con buganvillas invita a pasear por las sombreadas callejuelas habitadas por gatos, y a cenar disfrutando los placeres de la dieta mediterránea.

Cada isla será un pretexto para un descubrimiento gustativo, desde el licor de cidra elaborado según recetas ancestrales en Naxos, hasta los panes de Olympos moldeados con amor y respeto por las mujeres de Karpathos, que tradicionalmente decoran cada hogaza según los emblemas familiares y las fiestas religiosas. Lejos de la ruta turística, Grecia se aprecia conociendo a sus gentes, escuchando las cigarras y olvidándose del tiempo.  Cuidado, puede que quieras perder el barco de regreso a casa…

Sophie Reyssat