Fundado por Hugo Audoire y Emile Bonin, este nuevo templo del buen comer abrió sus puertas en septiembre de 2022. Totalmente diseñado por el arquitecto Marc Pelé, el ambiente es acogedor, relajado y cálido. Un restaurante sofisticado, con materiales de mármol y madera, compuesto únicamente por barras, que es lo que lo hace tan especial. Aquí no hay mesas, la convivencia se disfruta en las alturas.
Nicolas Ricouard, el jefe de cocina, sigue siendo sensible a los productos de temporada y de calidad en el plato. Aficionado a la fusión de alimentos, un estilo culinario que combina varias técnicas extranjeras, se inspira en la lectura y los viajes para crear un auténtico “choque de cocinas” en sus platos.
Comenzamos la cena con la “Tempura de Shimeji con salsa romesco coreana”. Una técnica basada en la fritura de setas con un sabor crujiente desde el primer bocado. Que conste que esta técnica fue introducida en Japón por los jesuitas de Portugal ¡hace 500 años!
A continuación llegó la “Stracciatella con calabacines, cebollas quemadas y guisantes”, una crema italiana entre yogur y crema fresca. Con un chorrito de aceite de oliva, la disfrutamos con ojos cerrados.
En esta multitud de platos para compartir, decidimos continuar nuestra degustación con el “Pollo frito a la Tempête, tamarindo, lunu dehi y ensalada rizada”, una sorprendente e interesante mezcla de sabores…
Y finalmente, para los que no saben elegir, optamos por la “Ganache de chocolate, nueces y obleas de las Islas Feroe”, que encantó nuestros ojos (y nuestras bocas).
Un restaurante con platos sabrosos y elaborados para satisfacer a todos los paladares.
Tempête
5, cour des Petites-Écuries, Paris 10e
tempete-paris.fr