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MADAME SAKÉ, COMPARTIENDO CONOCIMIENTOS DEL PASADO Y DEL PRESENTE

Lanzada en 2015 por Adrienne Saulnier-Blache, Madame Saké es una empresa independiente que importa y distribuye sakes japoneses modernos y artesanales. Un deseo de dar a conocer esta excelente bebida alcohólica a conocedores de todo el mundo.

© Romain Guittet

¡Fue una historia familiar la que dio origen a esta idea!  En efecto, esta franco-japonesa creció entre los viñedos de su padre francés y el amor por Francia de su madre intelectual de la alta burguesía tokiota. Pero es sobre todo el descubrimiento de la inmensa riqueza de la cultura del sake y de los productos elaborados con pasión lo que impulsó a Adrienne Saulnier-Blache a lanzarse a la aventura de Madame Saké.

© Romain Guittet

Sake es el nombre vulgar de “nihonshu“, que se traduce como bebida japonesa fermentada a partir de arroz y agua. Madame Saké ha decidido utilizar el nombre “sake japonés” para distinguir entre las bebidas espirituosas destiladas producidas en toda Asia y respetar el significado literal del término “nihonshu“, la bebida alcohólica de Japón.  

© Romain Guittet

Esta bebida, resultado de la fermentación múltiple del arroz y el agua, es la más parecida a lo que conocemos del proceso de elaboración de la cerveza en Europa, aunque la fermentación japonesa no está destinada a espumar y la graduación alcohólica se acerca a la de los vinos, entre 13 y 16°.

© Romain Guittet

Todo comienza con arroz rico en almidón, que es diferente del arroz de mesa rico en proteínas. El arroz se pule, se lava y se cuece al vapor para espolvorearlo con Kôji-Kin, un moho noble que ayudará a transformar el almidón en azúcar. La siguiente etapa tiene lugar en el “shubo” o pie de la cuba, donde el arroz cocido, el Kôji-Kin y el agua de manantial fermentarán entre 14 y 30 días para desarrollar las levaduras necesarias. Después viene la etapa “moromi“, en una gran cuba de fermentación se vierte el shubo fermentado al que los productores añaden arroz cocido, Kôji-Kin y agua de manantial que se mezclarán para fermentar durante 30 días. Al final de esta etapa, el líquido es lechoso. A continuación, se presuriza para separar los sólidos del líquido. Este paso dará lugar a un líquido transparente que finalmente podrá pasteurizarse y embotellarse.

© Romain Guittet

En la actualidad, Madame Saké representa a 15 productores repartidos por todo el territorio, desde Fukushima hasta Kioto, pasando por Miyazaki, Nagano y Tochigi. Estos productores son cuidadosamente seleccionados por la finura de su producción, así como por el hecho de que dirigen fincas familiares tradicionales y no industriales. Juntos, comparten el saber hacer de ayer y de hoy mediante técnicas de producción artesanales, al tiempo que presentan una nueva visión de la agricultura respetuosa con la naturaleza. Esta forma de producir permite a las nuevas generaciones reaprender los gestos ancestrales para devolver al sake japonés su lugar de honor.

Madame Saké es también el deseo de ampliar el campo de posibilidades en el mundo del gusto mediante la mezcla de sabores. Este mestizaje nos permite amarnos en el regocijo del intercambio de productos culturales.

madamesake.fr

Thomas Durin