Con su dominio del encuadre, de la luz natural y de la narración rigurosa, Roberto Badin prosigue su exploración de los espacios, magnificados por su ojo que capta su sencillez y su infinitud.
El fotógrafo carioca abandona así las contrastadas metrópolis japonesas que inmortalizó en Inside Japan para sumergirnos aquí, en la ciudad de Biarritz, donde reside. “Cuando creces frente al mar, la sensación oceánica nunca te abandona”, explica. Su nuevo libro, Après l’été, revela así un enfoque más personal, que se nutre del arte, la arquitectura, el cine y la literatura. Especialmente George Perec, a través de lo que él llama “lo infraordinario”, donde lo banal y lo cotidiano se convierten en una estética fascinante. “Lo que más me impactó cuando me trasladé a la Costa Vasca fue la luz y los cambios de atmósfera, que son aún más fuertes fuera de temporada. La emoción que emerge es tan poderosa que sentí la necesidad de transcribirla en imágenes”.
En esta expedición, realizada a pie en un radio de 4 km, equivalente a la distancia de la playa de Copacabana donde creció, cada una de ellas se compone así como “un cuadro donde la luz sirve de herramienta de construcción”.
Para este virtuoso, que descubrió el medio a los 14 años y cuyas primeras instantáneas incluyen las playas y la estética gráfica de los edificios de Oscar Niemeyer, este viaje se ha convertido en “un viaje a fronteras imaginarias…”.
Nathalie Dassa
Francia
Après l’été, Ediciones 37.2, 160 páginas, texto de Ana Cardinale, 45 €, Marzo 2023