Cicatrices
Imágenes desgarradas, arrugadas, lijadas, laceradas, cosidas… Fragmentos, reliquias, vestigios…
Entrelazando los tiempos de la creación de la imagen, desde su destrucción hasta su metamorfosis, y fusionando el fondo (el sujeto) y la forma en un sorprendente proceso de contaminación metonímica (el contenido se convierte en el contenedor), las fotografías de Dune Varela crean una perturbación perceptiva.
Detalles de estatuas antiguas impresas sobre mármol, fotografías antiguas de templos impresas sobre piedras rotas o montadas sobre placas de aluminio y acribilladas a balazos… Uno no sabe en estas imágenes de ruinas en ruinas, borradas, perforadas, rasgadas…, alteradas por el gesto del artista plástico, después de haber sido alteradas por el tiempo, si sus estigmas son del pasado o del presente, si están en la imagen o sobre la imagen…
Aprehendiendo la propia imagen como un vestigio, como una ruina, el fotógrafo parece querer apropiarse, mimetizarse con el proceso del tiempo que imprime -desde la noche de los tiempos- en la piedra sus cicatrices, desde “esculturas” geológicas a monumentos antiguos sometidos a la erosión y la destrucción.
En “Fotografías de vestigios, vestigios de fotografía “¹, las imágenes se basan en una contaminación del objeto fotografiado (templos, estatuas antiguas y otras ruinas) con el medio, la matriz de la obra, como una incorporación del objeto representado a la imagen, a su representación. Un mimetismo que, lejos de ser puramente estético, puede ser asombrosamente verídico. Por ejemplo, las imágenes del Templo de Beel en Palmira, antes de su destrucción por el “Estado Islámico”, impresas sobre piedras rotas… o las rejas de los edificios impresas sobre hormigón antes de ser lijadas en algunos lugares o un rostro sustituido por un halo negro en un barco de refugiados…
Vestigios
Mise en abyme de la destrucción pero también del tiempo, los fragmentos de esta imaginería arqueológica, como artefactos, falsos vestigios de un museo lapidario imaginario, son señuelos. Impresas sobre mármol o cerámica, las fotografías se convierten en esculturas, son piedra, son yeso, se convierten en materia… Devolver una materialidad a la imagen” es el principal reto de esta obra, que se sitúa a medio camino entre la arqueología y la fotografía (dos inventos del siglo XIX) y la escultura.
Imprimiendo fragmentos de capturas de pantalla sobre trozos de cerámica o impresiones antiguas alteradas sobre placas de vidrio, Dune Varela exhuma imágenes que luego superpone como otras tantas capas arqueológicas para perdernos en los estratos del tiempo.
Mares lacerados e icebergs a la deriva cosidos de nuevo, incendios, explosiones y otras escenas de cataclismo impresas sobre lino tejen, con gran poesía, otra narración del tiempo: la de la reparación. Las imágenes cosidas hablan de todas nuestras fragilidades…
- Michel Poivert, La contracultura en la fotografía, ed. Textuel
- Finalista del concurso Talento Contemporáneo de la Fundación Schneider.
@Poush
París – Francia
Stéphanie Dulout
