Había que llamarse Marcel Duchamp para atreverse a meter el Air de Paris en una bombilla y ofrecerlo como un ready made a los coleccionistas… Más de un siglo después (en 1919), es la Fundación Bullukian la que nos invita a “respirar” a pleno pulmón.
“Tan vital como esquiva, la respiración es un bucle que recorre nuestro cuerpo, lo impregna y emerge de él en un impulso perpetuo que nos vincula al mundo. Es un espejo que traiciona sin cesar nuestro estado y nuestras emociones: podemos sentirnos asfixiados […] que nos corten la respiración […], y extinguirnos en cualquier momento en el susurro de un último suspiro. Es esta respiración que se acelera o se ralentiza al ritmo de nuestras acciones, este intercambio de flujos que nos conecta con el mundo exterior y da forma a lo inmaterial […]”. – la materia prima de toda la obra de Duchamp concentrada en su frasco…
A través de la creación de doce artistas que abordan el tema de la respiración, Fanny Robin “nos invita a deambular entre zonas de sombra, una especie de espacio vulnerable e invisible” por el que deambular.
Más ecológica pero no menos poética que la bombilla Air de Duchamp, y aún más inmaterial, la burbuja iridiscente de Miguel Arzabe flota en ingravidez en el paisaje. También es ecológica y poética la práctica de Julie Legrand de hibridar elementos recuperados, materiales vegetales, minerales, animales o industriales con formas de vidrio soplado para expresar las “complejas relaciones de fuerza y fragilidad”. La práctica de Déborah Fischer de incluir trozos de ladrillo y otros objetos desechados recogidos de la calle en almohadillas de vidrio parece encerrar mucho más que aire y nos da una percepción del “Aliento de los objetos”.
En cuanto a Jean-Baptiste Caron, es la huella de las corrientes de aire lo que intenta plasmar en cera y hormigón, mientras nos quita subrepticiamente el aliento desde los espejos de una instalación inmersiva…
Con Nicolas Dhervillers, el aliento se convierte en bruma en sus paisajes recompuestos, mezclando fragmentos de viejas fotografías retocadas y al pastel: ahogados en nubes sospechosas, nos pierden en una temporalidad indefinida, un mundo que flota como un aliento en suspensión.
Una de las obras más conmovedoras, también expuesta actualmente en la Bourse de Commerce¹, es la película de Jonathas De Andrade que revela un extraño ritual de abrazo mortal entre un hombre y un pez practicado por los pescadores de un pueblo costero del nordeste de Brasil.
- En la exposición « Avant l’orage », ver Acumen #33
FUNDACIÓN BULLUKIAN
26, Place Bellecour, 69002 Lyon
Hasta em 15 de julio
www.deborahfischerscarlett.com
www.cargocollective.com/jonathasdeandrade-eng
Stéphanie Dulout