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ANDROIDES, ¿TENÉIS ALMA?

La fotógrafa belga Wanda Tuerlinckx documenta esta revolución tecnológica, que está transformando la sociedad y la relación entre el hombre y la máquina, en su fascinante serie Androïdes.

La obra de Wanda Tuerlinckx es impresionante, tanto por su contenido como por su forma.

© Wanda Tuerlinckx
© Wanda Tuerlinckx

Esta fotógrafa belga de 54 años, afincada en Ámsterdam, aúna los mundos del arte, la tecnología y la ciencia. Aunque se dio a conocer en los años 90 por sus diversos retratos (futbolistas del Ajax, mujeres con velo en Holanda), es sobre todo por su serie Androïdes por lo que destaca su obra, que documenta esta “cuarta revolución industrial” que, por primera vez en la historia, empieza a dar una existencia real a los robots.

Se trata de una investigación y un viaje alrededor del mundo que ha emprendido durante casi diez años con Erwin R. Boer, profesor de robótica cognitiva en la Universidad Tecnológica de Delft.

Cambio de paradigma

© Wanda Tuerlinckx

Ambos investigaron el fenómeno del “Uncanny Valley”, descrito por el roboticista Masahiro Mori, donde expone su visión de este “valle inquietante” en el que “cuanto más se parece un robot a un humano, más monstruosos parecen sus defectos”.

Distorsiones causadas por “expectativas humanas poco realistas proyectadas en estas máquinas altamente avanzadas”; lo que las convierte a la vez en intrigantes y extrañas, fascinantes y terroríficas.

© Wanda Tuerlinckx

“Algunos de los rostros esculpidos miran, hablan, se mueven y, a un ritmo cada vez más rápido, incluso piensan como nosotros”, explica Wanda Tuerlinckx en la declaración de su proyecto. “A medida que los robots se integran en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, observamos cómo alcanzan el potencial humano”.

Sin embargo,  lo que hace única su obra es la inusual herramienta que utiliza: una cámara de madera de 1880.  La artista fusiona así,  pasado, presente y futuro en una sola imagen, inspirándose en la técnica del calotipo introducida por el fotógrafo William Henry Fox Talbot. A través de este proceso, despierta la emoción del espectador entre la aceptación y el rechazo, al tiempo que cuestiona las implicaciones éticas y sociales de la encarnación humana.

Interacción humano-ordenador

Sophia, BINA48, Ai-Da, Android U y Erica son androides reales que la artista presenta aquí en su rica galería.

La primera tiene como modelos a la reina egipcia Nefertiti, Audrey Hepburn y Amanda Hanson, la esposa de su inventor, David Hanson. Esta figura pública concede entrevistas en diversos medios de comunicación.

La segunda se basa físicamente en Bina Aspen Rothblatt, esposa de la abogada y empresaria Martine Rothblatt y para lograr esto, se le entregó un “archivo mental” recopilado tras más de 100 horas de conversaciones con ella.

El tercero es el primer robot humanoide ultrarrealista del mundo que crea dibujos, pinturas y esculturas. Fue inventado por el galerista Aidan Meller y lleva el nombre de la matemática del siglo XIX Ada Lovelace.

El cuarto es un robot conversacional autónomo dedicado a un popular sitio web japonés. El quinto se está desarrollando como plataforma de investigación para estudiar la interacción humano-robot con el atractivo de un rostro femenino.

© Wanda Tuerlinckx

En definitiva, como dice Wanda Tuerlinckx“Esta convolución de robótica, inteligencia artificial y ciencia de los materiales permite a diseñadores e investigadores experimentar con la pregunta definitiva: ¿qué significa ser humano?”

“El desarrollo de robots a lo largo de los siglos ha tenido un doble objetivo”, explica Wanda Tuerlinckx. “Por un lado, el desarrollo de robots se ha visto impulsado por la necesidad económica de las sociedades de que sean más baratos, rápidos y seguros. Por otro, lo ha llenado la curiosidad humana por entender qué significa ser humano”.

Ámsterdam

https://wandatuerlinckx.com/

Nathalie Dassa