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ALESSANDRO MICHELE Y LA METAMORFOSIS DE GUCCI

Alessandro Michele es un estilista italiano cuya creatividad ha quedado demostrada tras siete años como director creativo de Gucci. No obstante, el pasado mes de noviembre, el impactante anuncio de su marcha recorrió las redes sociales con la misma rapidez que un acontecimiento internacional, hasta el punto de que la esfera de la moda esperaba la confirmación de un rumor que llevaba varios días circulando y poniendo fin a las habladurías. La noticia fue tan inesperada que conmocionó a la industria de la moda. 

© Filippo Fior / Gorunway
© GUCCI

Al principio, este creativo empezó como diseñador de accesorios en Fendi, en 2002 se incorporó a la casa de moda italiana y, con los años, fue ascendiendo hasta convertirse en director artístico asociado de Gucci junto a Frida Giannini. En 2015 nos sorprendió al ser nombrado jefe de creación. Una posición que Alessandro Michele ha sabido desarrollar en los últimos siete años. 

Tras su lado misterioso y místico, consiguió transformar la marca milanesa, que era “sexy” cuando él llegó, con sus piezas ajustadas, sus tacones de aguja y sus minivestidos, en una marca poética y romántica con sabor a los años setenta. Su golpe maestro, a su llegada, fue producir una colección masculina en sólo cinco días lanzando desde el principio la temática de encajes y pieles bordadas inspirada en el art déco y el Renacimiento italiano, revelándonos así, un lado andrógino que no esperábamos ver. Tras esta presentación, Gucci se transformó y se convirtió en el centro de gravedad de la moda. Alessandro Michele, que no era ajeno a la marca, supo captar la esencia, los valores y los códigos a la perfección y, posteriormente, recibió el respaldo de los nombres más importantes de la moda, desde Jennifer Aniston a Anna Wintour.  

© GUCCI
© Bruce Gilden / GUCCI

Entre la provocación y la subversión, el director artístico supo dar a la marca el soplo de aire fresco que necesitaba para volver al primer plano creando sorpresa en cada entrega. Con la presentación en la que las modelos paseaban con un doble de su cabeza bajo el brazo, creó sueños a través de épocas, estampados y generaciones desde el desfile de Hollywood Boulevard hasta la presentación de los gemelos, pasando por la colaboración entre Gucci y Balenciaga para celebrar el centenario de la marca. Sin embargo, lo que guió las colecciones bajo el aire de Michele fue su agudo oído para la sociedad, el romanticismo, el barroco y la bohemia de los años setenta. Incluso Marc Jacobs, que no tenía ninguna pieza de la marca milanesa, alabó al diseñador comprando varias piezas de su primera colección. De igual forma, Harry Styles, Clara Luciani, Alessandro Michele, entre otros, han sido embajadores de la marca y amigos que han hecho brillar el nombre de la casa Gucci en los escenarios y las revistas. 

© Bruce Gilden / GUCCI
© Gus Van Sant / GUCCI

Los últimos años, sin embargo, han sido complicados para la marca, que ha experimentado una ralentización de sus ventas, con un crecimiento de sólo el 9%, mientras que otras marcas de lujo han alcanzado el 20%. Los clientes adinerados que buscan artesanía y calidad acudieron instintivamente a marcas como Bottega Veneta y China, que ha consumido en exceso en los últimos años, empezó a frenar sus compras. Mientras que la comunicación de lujo estaba bien establecida con la inclusión digital, la experiencia en la tienda no seguía la promesa y la oferta masculina se redujo y no evolucionó. 

Hoy, varios nombres para la sucesión están en el aire, como Jacquemus, Ricardo Tisci, Charaf Tajer, el dúo holandés Botter o quizás el colectivo detrás de GCDS, por no hablar de la probabilidad de que la creación se quede sin director artístico durante algún tiempo, como le ocurrió a Virgil Abloh. 

gucci.com

Thomas Durin