Es la versión chic y de diseñador de un refugio de montaña situado a 1.800 metros de altitud. Así es el nuevo miembro de la cadena Small Luxury Hotels of The World, que resucita un antiguo centro médico de 1912; un proyecto muy ambicioso que la monarquía austrohúngara encargó al arquitecto Otto Wagner, maestro del Art Nouveau, conocido por haber cambiado la cara de Viena. Sin embargo, tras su muerte y el estallido de la Primera Guerra Mundial, se construyó finalmente un edificio más modesto. Luego de haber estado abandonado durante mucho tiempo, fue convertido en hotel en 2010 por Alois Hinteregger.
Su hijo Stefan se hizo cargo de la obra, la renovó y decidió añadir una ampliación con un diseño más contemporáneo, que fue concebido por el arquitecto Armin Sade, quien decidió utilizar vidrio, madera y piedra de la región del Tirol del Sur.
Este lugar es libre de emisiones de carbono y se calienta con energía renovable. Sus líneas desestructuradas evocan los picos dentados que lo rodean, lo que le da una imagen fuerte que también impresiona desde el interior, con sus 62 habitaciones, suites y áticos. Además, la terraza del restaurante Locavore del chef Roland Lamprecht, pretende ser una “cocina de bosque”, y el spa de 2.000 m², cuenta con una impresionante piscina interior que parece suspendida en el vacío.
Forestis, Italie
Céline Baussay
