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FABIAN OEFNER : EL OBJETO DESCOMPOSICIÓN-RECOMPOSICIÓN

El artista y fotógrafo suizo lleva diez años fusionando arte y ciencia, experimentando con los límites entre tiempo, espacio, objeto y realidad.

Fotógrafo, artista, científico, experimentador… Fabian Oefner es todo a la vez. Este creador suizo descompone, desestructura, disecciona, trocea y desintegra todo tipo de objetos en un proceso de destrucción y posterior montaje para crear obras bidimensionales hiperrealistas. Esta reflexión constituye la génesis de sus instalaciones fotográficas, artísticas y cinéticas, tan sorprendentes como explosivas. Busca capturar momentos invisibles a simple vista, creando espacios temporales ficticios que parecen reales. En el corazón de sus experimentos se entrelazan fenómenos y propiedades científicas (ondas sonoras, fuerzas centrípetas, iridiscencia, ferrofluidos magnéticos…). Este interés por la fotografía y la ciencia nació a los 14 años, cuando descubrió la obra de Harold Edgerton y los efectos de su manzana atravesada por un disparo. Un año después, compró una cámara. Este antiguo diseñador de productos, que trabajó para Leica Geosystems, fundó su estudio cerca de Zúrich en 2012. Desde entonces, ha expuesto en todo el mundo y ha colaborado con grandes marcas como Yves Saint Laurent, Louboutin, Lamborghini y Nike.

Reinventando la forma de ver las cosas

Fabian Oefner se inspira en el mundo de la física y crea equivalentes artísticos, renovando los medios y los materiales para demostrar que el arte y la ciencia no son antinómicos. Su serie más famosa es, sin duda, “Desintegración“. Los coches se desmontan completamente y se fotografían pieza a pieza en una posición precisa para obtener la ilusión de que están explotando. La serie “Heisenberg” se basa en el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg, uno de los fundadores de la mecánica cuántica. Heisenberg creía que era imposible medir simultáneamente dos propiedades físicas de la misma partícula. Oefner cogió cinco objetos (zapatillas, un reloj, una grabadora, etc.), los llenó de resina, los cortó en cientos de trozos y los reorganizó en una nueva versión. De lejos, el objeto es identificable, de cerca, se deforman hasta dejar de ser comprensibles en su conjunto. La misma idea se utiliza en “Glitchbook“, donde utiliza un Macbook Pro. O “CutUp“, con cámaras, para una mise en abyme de sus propias herramientas de trabajo, transformándolas en obras de arte. Fabian Oefner revela así la belleza que se esconde bajo la superficie de los objetos con un enfoque metódico, lúdico y poético, que invita al espectador a reflexionar de forma diferente sobre el mundo.

Suiza

https://fabianoefer.com

Créditos : @Fabian Oefner Studio

Nathalie Dassa