El estudio de arquitectura AOE, con sede en Pekín, ha realizado una excelente obra con este primer centro de arte especializado en los intercambios culturales sino-italianos. El objetivo de este edificio, situado cerca de la ciudad de Chengdu, es presentar las respectivas culturas china e italiana, y crear así una intersección entre Oriente y Occidente. El concepto general se basa en el “Ruyi”, que se ha utilizado desde la antigua China como regalo auspicioso a los embajadores extranjeros para significar la conclusión de las relaciones amistosas y la paz entre los dos países.
El pabellón italiano se inspira en los arcos y cúpulas de la antigüedad romana y en la emblemática plaza italiana, con sus fuentes y anfiteatros. La armonía entre la arquitectura y la naturaleza reside en el uso de los recursos naturales y la protección del medio ambiente. La omnipresencia del blanco ilumina el edificio circular y semicircular, formando un espacio polivalente dedicado a las diferentes secciones (exposiciones, reuniones, recepción, restauración). Los grandes ventanales conectan el interior y el exterior, permitiendo que el exuberante paisaje se integre plenamente.
Muy cerca de aquí se encuentra el salón cultural chino, escondido en un bosque de bambú. Dos caminos, uno de ellos de jade blanco chino sobre un estanque, conectan los dos edificios, simbolizando las dos rutas de la seda entre Oriente y Occidente, por tierra y por agua.
Nathalie Dassa
