Más de medio siglo después, el artista estadounidense Michael Heizer abre por fin al público su majestuosa “ciudad escultórica” en el corazón del desierto de Nevada.
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Este OVNI parece surgir de otro mundo con sus formas abstractas, compuestas de arena, tierra compactada, roca y hormigón. Se trata de la legendaria City (1970-2022) del pionero del Land Art Michael Heizer, una maravilla que por fin cobra vida en el centro-oeste del Monumento Nacional Basin and Range, en el corazón del desierto de Nevada. Su diseño revive ciudades antiguas, como los sitios ceremoniales de los nativos americanos, precolombinos o egipcios, al tiempo que sugiere las formas de una megalópolis futurista. “Una experiencia humana del tiempo y el espacio, evocadora de las culturas inmemoriales que la inspiraron”, como afirma la Fundación Triple Aught, organización sin ánimo de lucro encargada de gestionar su construcción, seguimiento y mantenimiento. La ciudad mide 2,4 kilómetros por 1,6 kilómetros, tiene 24 metros de altura y se construyó en 52 años, con un coste de 40 millones de dólares. Una suma considerable, repartida a lo largo de cinco décadas, que permitió acceder a recursos industriales colosales. Al principio, el artista, de 77 años, autofinanció el proyecto antes de que una coalición de instituciones e inversores se uniera a él.
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Belleza sinigualll
Con su aire postapocalíptico, City engloba tres elementos. “Complex One“, creado entre 1972 y 1976, se inspiró en la pirámide escalonada de Zozer, construida por Imhotep en Egipto. El “Complejo Dos” siguió en la década de 1980, de nuevo refiriéndose a las culturas antiguas. Y, por último, las extracciones geométricas “45°, 90°, 180°”, formadas por triángulos y rectángulos. Michael Heizer, hijo de un arqueólogo, sigue así inscribiendo la memoria de la civilización americana en el paisaje con fuerza y resistencia. Mantiene su capacidad de trabajar con inmensas variaciones de escala, perspectiva y punto de vista, produciendo esculturas de tierra que existen tanto fuera como dentro de los museos y galerías. Como la más emblemática, Double Negative (1969), que consistió en cavar una zanja en Moapa Valley, Nevada. A partir de este sueño hecho realidad, abre por fin su santuario al público, completando una de las obras contemporáneas más importantes del siglo que fusiona magistralmente arte, arquitectura y paisaje.
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Nathalie Dassa