Durante un verano, la estrella neoyorquina del diseño y el arte contemporáneo se instala en el MAMO, en la azotea de la Cité Radieuse de Marsella. En colaboración con la Galerie Perrotin, este centro de arte, fundado por Ora Ito, acoge la exposición site-specific “The Basketball Modulor“. 

En esta obra singular, Arsham invierte temas que le son propios, como el concepto de tiempo, la relación con la historia, pero también la disciplina deportiva, incluido el baloncesto. Una instalación que tiene lugar en esta sala, que históricamente se utilizaba como gimnasio. 

Con referencias a los colores de la Unité d’Habitation y a las proporciones del “Modulor”, un sistema de medidas concebido por Le Corbusier, Daniel Arsham trabaja sobre la idea de escala del famoso arquitecto francés, al tiempo que subraya el aspecto lineal del tiempo. Así, la sala de exposiciones retoma el amarillo y el azul de Le Corbusier, sus motivos solares, a los que se asocian los balones de baloncesto, que se encuentran en pancartas, en una bandera y en la cancha.

Además, la erosión, un concepto esencial en la obra de Arsham, se encuentra en bolas esculpidas colocadas en estructuras que recuerdan a la famosa LC4. Por último, en la terraza de la azotea, el neoyorquino ha optado por instalar una serie de esculturas de bronce que evocan varios periodos de la historia, como Grecia o la antigua Roma, adornadas con signos de erosión en cristal, y que estarán expuestas a las inclemencias del tiempo en lo alto de la Cité Radieuse, el edificio emblemático de la ciudad focense.

“Le Modulor du Basketaball” en el MAMO Centre d’Art de la Cité Radieuse – hasta el 25 de septiembre.

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Lisa Agostini