Si buscas una definición de lo chic, sólo tienes que sumergirte en las colecciones de la casa Rowen Rose. Lanzada en 2018 por la joven pero talentosa Emma Raphaëlle Rotenberg (alias Emma Rowen Rose), la marca destaca por su apego a una poesía cinematográfica que se traduce en líneas, códigos e inspiraciones de los años 60, 70 e incluso 80. No sólo mira al pasado, la marca también sabe dar un paso adelante al sumarse al movimiento ecológico que ahora afecta a la moda con cero plástico y materias primas nobles y sostenibles.
Producida en Italia, pero diseñada en París, cada pieza nos embriaga con una elegancia infinita, cortes estructurados, ambivalencia femenina y masculina y una seriedad relajada. Así nació Rowen Rose o el vestuario soñado de una mujer burguesa. Su última colección, llamada “Lignes”, fue inmortalizada por el fotógrafo Yosigo, que está más acostumbrado a fotografiar pepitas arquitectónicas que siluetas de moda, pero ante la estética de Rowen Rose, fue difícil resistirse. Tal vez porque el universo de la marca nos lleva a una cápsula atemporal o porque el talento creativo de la joven diseñadora se acerca al de un arquitecto. ¿Debemos entonces llamarla, Emma Rowen Rose: arquitecta de la moda?
Cheynnes Tlili
