Una caricia en forma de fotografía
“Para mí, la fotografía es lo contrario al desapego. Es una forma de tocar al otro: es una caricia”. Esta magnífica definición de la fotografía en forma de declaración de amor de Nan Goldin es una hermosa entrada en la intimidad de las escenas de amor presentadas en la Maison Européenne de la Photographie.
La fotografía como caricia: un bonito programa… ¿La caricia del ojo más inmortal que la de la mano? ¿La caricia de la piel transpuesta en el grano del papel? Caricia del alma que flota en una mirada (perdida o angustiada), que se abandona o se abisma en un abrazo, que se pliega sobre sí misma, en su seno, o que se aferra a las manos…
Cuerpo enroscado, cuerpo lánguido, cuerpo magullado…
Cuerpos ofrecidos, cuerpos prometidos, cuerpos consumidos…
Aquí están los cuerpos fotografiados a través del prisma distorsionador del amor, o del deseo. Catorce series de algunos de los más grandes fotógrafos de los siglos XX y XXI, presentadas como tantas Love Songs. Inspirada en la “Balada” de Nan Goldin (The Ballad of Sexual Dependency, 1979-1986), la exposición está, en efecto, “concebida como una compilación musical que uno ofrecería a su amante” con, en la cara A, las series de los años 50 a los 90, y en la cara B, las imágenes de los años 80 a la actualidad (firmadas por Emmet Gowin, Larry Clark, Sally Mann, Rongrong&Inri o Lin Zhipeng).
En 1952, René Groebli fotografió a su musa con L’oeil de l’amour, y sus imágenes, llenas de ternura y pudor -una nuca asomando por una blusa blanca, una mano fumando en el borde de la cama, la espalda desnuda de su bella durmiente- son como poemas. “Si hubiera sido escritor, probablemente habría ido al café más cercano a escribir poemas de amor. Para mí, las fotografías sólo mostraban que la amaba”, dijo el fotógrafo suizo sobre esta serie tomada durante su luna de miel. La serie de 1971 de Nobuyoshi Araki, que tiene el mismo propósito, nos muestra una extraña arqueología de lo íntimo. Aunque extraído de su “novela personal”, su Viaje sentimental opera un extraño distanciamiento de su tema, transformado en autoficción, como si el tema del amor hubiera llevado al fotógrafo japonés a reflexionar sobre la esencia misma de la fotografía como puesta en escena. Una puesta en escena erótica del deseo, pero también de la pérdida y el paso del tiempo, cuya fría frontalidad nos enfrenta a nuestra propia insatisfacción, tocando a través de esta exposición a las profundidades de lo íntimo…
Exposición Love Songs – Photographies de l’intime
Disponible del 30 de marzo al 21 de agosto
En el MEP – Maison européenne de la Photographie – 5-7, rue de Fourcy, Paris IV – www.mep-fr.org
Además :
Exposición Nobuyoshi Araki
En la Bourse de Commerce – Pinault Collection – www.pinaultcollection.com
Hasta el 14 de marzo
Stéphanie Dulout