En la actualidad, las grandes marcas de lujo compiten por la innovación para aumentar su cuota de mercado y participar en una triple revolución: el predominio de China (24% del mercado mundial del lujo), la digitalización y la juventud de los consumidores. Todas las marcas deben adaptarse a los nuevos patrones de consumo de sus clientes y, en particular, a los consumidores chinos, cada vez más jóvenes y más conectados al internet. Para ello, las casas de moda y de lujo, utilizan las redes sociales y a los influencers, además de reinventa e inventar nuevas experiencias para estos compradores.
Las marcas han comprendido que los niños, los preadolescentes y los jóvenes son un objetivo primordial al que dirigirse, ya que influyen directamente en las compras que realizan sus padres. Para atraerlos, las marcas recurren a influencers o musas, los modelos son sustituidos, por ejemplo, por actores, actrices o deportistas como Kylian Mbappe para Dior. Los jóvenes son cada vez más ricos gracias a las nuevas carreras de “influenciadores” y al mundo artístico, como en la música o el arte contemporáneo. Es así como el marketing se reinventa y las fotos se enriquecen con los vídeos. Estos formatos que se utilizan cada vez más en redes sociales como Tik Tok, son una auténtica mina de oro para las casas de moda. Es por ello que la moda rápida, la moda ultrarrápida y recientemente los artículos de lujo, especialmente Prada, utilizan Tik tok para dirigirse a sus consumidores más jóvenes y conectados que adoran comprar en línea. Si bien es cierto que vivimos en una época de desconfianza hacia las marcas, estos influencers aportan un verdadero valor añadido, porque muchas veces consiguen crear una relación que inspira confianza con sus millones de seguidores, y sus suscriptores prefieren seguir los consejos de personas que parecen auténticas.
Hoy por hoy, los contenidos digitales se convierten en arte, la ilustración en moda y la moda se vuelve una sola con ellos. Por esta razón, los post y las stories se diversifican y las prendas se convierten en verdaderas obras de arte. Así lo demostró el artista Kehinde Wiley que presentó recientemente en el museo LACMA de Los Ángeles una serie de retratos del ex presidente de los Estados Unidos y de otras figuras importantes de la cultura negra estadounidense realizados por Gucci con motivo de la gala Art + Film o el desfile masculino de Louis Vuitton Otoño/Invierno 2021-2022, donde los bolsos se transformaron en aviones. Además, para generar más ventas y mucha más interacción con el público, las marcas se están asociando entre sí para convertirse en una sola y las colaboraciones siguen surgiendo, como en 2021 entre Fendi y Versace, que dio lugar a Fendace, o entre Gucci x Balenciaga. Es de esperar entonces que en 2022 veamos asociaciones entre marcas de lujo y jóvenes diseñadores, donde las marcas más icónicas ya establecidas podrían patrocinar marcas emergentes…Esta es una historia que dará mucho de qué hablar.
https://fr.louisvuitton.com/fra-fr/homepage
Flora Di Carlo
