Partager l'article

Martinet & Texereau -La brillantez en dúo

Como cuadros congelados, las extrañas viviendas deshabitadas dibujadas por Pauline Martinet y Zoé Texereau a cuatro manos, con lápiz de grafito sobre grandes hojas de papel, son fascinantes en más de un sentido. En primer lugar, por su extraordinaria maestría gráfica, y segundo porque son obras que estas artistas comparten tanto, hasta el punto de intercambiar las planchas en el curso de su trabajo… además, gracias a su dominio de la narración, con estos callejones, jardines y terrazas desiertas, estas fachadas y puertas de garaje cerradas, estas ventanas bloqueadas y estos tramos de pared delimitados con plantas bien recortadas que se engarzan en sombras inquietantes son todos recortes de ficción ofrecidos a la imaginación que cuentan historias…. historias de lugares que parecen decorados fantasmales o planos de secuencia truncados, habitados por la ausencia y como congelados en un tiempo suspendido donde todo se hace posible, donde todo se puede prever.

Atrapado en la trampa de su campo cerrado y de su inquietante frontalidad, el ojo, engañado por la minuciosidad de la línea y la perfección casi fotográfica de la representación de los materiales y del juego de luces y sombras, se sumerge en el gran silencio de estas imágenes de la pantalla para reconstituir el rompe cabezas cinematográfico compuesto por estas escenas elípticas y dispersas.

Stéphanie Dulout