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Marcel Duchamp y sus fetiches

Del fetichismo al erotismo (pasando por el dadaísmo y el surrealismo), sólo hay un paso…, que Marcel Duchamp dio con mucho gusto, utilizando la provocación, las diversiones y los juegos de palabras… “Todo se basa en un clima erótico”, dijo el maestro de la subversión en 1967. De este erotismo en la “base de todo” -que “toda la gente entiende”, “en todo el mundo”- había hecho el glorioso sucesor del “Simbolismo, el Romanticismo” y otros “ismos” del pasado, para inocular la sensualidad táctil en las artes visuales petrificadas en la sacralidad del imaginario.

Es esta desacralización de la imagen,  que la exposición de la galería Thaddaeus Ropac relata en detalle,  al haber sido confiada a uno de los grandes conocedores de la obra de Duchamp, Paul B. Franklin, y nos la presenta a través del prisma del fetichismo, tan exhibido y reivindicado por el inventor del ready-made.

Desde el Bottle Carrier convertido en objeto fetiche en 1914 hasta la “fetichización” de sus propias obras miniaturizadas (en la célebre Boîte-en-Valise), desde la Mona Lisa travestida hasta los materiales altamente táctiles (pechos de gomaespuma y terciopelo, tul, pieles, vinilo negro, etc.) sensualizados hasta el extremo, el vandalismo y el juego de palabras van de la mano en esta picante tabula rasa del viejo arte pudibundo.

Disponible hasta el  29 de enero

Galerie Thaddaeus Ropac – 7, rue Debelleyme, 3e

https://ropac.net

STEPHANIE DULOUT