“La creatividad y el descubrimiento florecen junto a la pericia y la experiencia” es uno de los credos del estudio Rick Joy, con sede en Tucson (Arizona).




Desde hace veinte años, este estudio cooperativo crea una arquitectura comprometida que se funde con su entorno para convertirse en auténticas escenas de la vida cotidiana. El respeto por la artesanía da lugar a un diseño y unos materiales que respetan la cultura del lugar. La Nomad House es precisamente una vivienda de este tipo. Esta vivienda familiar, enclavada en el árido desierto estadounidense, está dividida en tres estructuras individuales para mejorar la experiencia dentro de los espacios y aprovechar las múltiples luces solares.
En armonía con el paisaje
Estas cajas, revestidas de planchas de acero, se funden con el paisaje, fomentando un bajo impacto ecológico y un equilibrio entre la variedad de cactus y plantas autóctonas.
“La sala de estar goza de una intensa vista hacia el sureste, donde el sol poniente resalta una gran colina escarpada”, explica el estudio. “Al caer la noche, emergen las luces de la ciudad de Tucson. Desde la habitación, el sol naciente ilumina una impresionante pared rocosa en la cima de las montañas al suroeste. La luz reflejada ilumina los saguaros y los ocotillos en primer plano. Los interiores hacen juego con los exteriores. Paneles de madera de arce revisten los espacios donde el arte y la escultura cobran protagonismo, iluminados por mamparas de cristal translúcido. En cuanto a la terraza, que corona cada cubículo, completa el éxito de la Nomad House, permitiendo aprovechar al máximo el cielo nocturno del desierto.


Créditos de fotografía © Jeff Goldberg / ESTO or Bill Timmerman





