Con cada una de sus creaciones, el diseñador británico Tom Dixon no deja de demostrar su gusto por la innovación y los materiales. Una pasión que vuelve a demostrar con HYDRO, nacida de su feliz unión con el industrial del mismo nombre, uno de los mayores productores de aluminio del mundo.

Un material mágico que puede reciclarse casi indefinidamente, está en el corazón de la creación de este asiento decididamente pop. Para dar forma a sus curvas, se utilizaron métodos del mundo del automóvil. El metal se formó por soplado a altas temperaturas y luego fue cortado con láser por robots. El resultado es una alegre silueta de chapa metálica ligera y brillante.

Lisa Agostini