La impresión 3D, que antes se limitaba a prototipos o maquetas en el mundo de la arquitectura y el diseño, es ahora una disciplina a tener en cuenta. Una de las primeras en adoptarlo es la diseñadora norirlandesa radicada en París, Eimear Ryan, quien aburrida de su trabajo en una agencia de diseño de interiores, quiso empezar a diseñar objetos. El descubrimiento de la impresión 3D hizo posible su visión. Su credo es crear piezas con siluetas orgánicas y a veces afiladas, inspiradas en la arquitectura brutalista. En cuanto a los materiales, se destaca por utilizar únicamente materiales de origen biológico de forma eco-responsable. ¿El resultado? Jarrones, espejos, esculturas y luces con un acabado lechoso y poético. Un estilo que seduce, empezando por la casa Loewe, que recurrió a sus servicios durante su último desfile, a través de dos tops transparentes con acabados iridiscentes.
Lisa Agostini
